He estado algo aturdido. No he sabido cómo regresar a casa. No he sabido cómo era la sensación de querer regresar. En vez de soñar he estado viviendo como si fuera un sueño. Ahora ando solo de nuevo. No hay ser hambriento ni bicho que quiera lamer mi sangre muerta. Siento calor de día y frío de noche y a veces no distingo el día de la noche. Me río durante el día aunque no lo sienta. Ya me he convertido en un maniquí por las calles, entre las personas, con los ojos duros y una mirada fija al vacío.
Ya habrán cantado gallos en días anteriores y serán los extraviados gatos los faros en mi naufragio.
Motocicleta. Velocidad. Costa Verde. Deberían caer las estrellas hasta el fondo del mar. Una cruz encendida a lo lejos, en Chorrillos. El corazón enterrado en alguna isla, se calienta con la arena tibia, se refresca cuando sube la marea nocturna. Apuesto con diablos algunas pocas monedas que no tengo y entonces pienso en apostar mi alma, esa alma que un día se me escapó de adolescente y encontré alguna madrugada.
++++++++
Canción que escuchó Adrián
martes, 21 de octubre de 2008
jueves, 4 de septiembre de 2008
Sangre con pastillas
La sangre la combino con pastillas. No importa si se pone tan espesa que no podría ni circular. Ando perdiendo todo lo que gané mientras dormía. Creo que conocí un árbol mientras dormía. Era inmenso y hablaba. Ahora que despierto no tengo nada. Podría consumirme mientras intento regresar a mí.
Cae el techo sobre mis hombros cuando salgo del hondo de una piscina de aguas negras.
Vuelvo al fondo.
Busco algo para regularme nuevamente.
Pasada la medianoche todo se hace complicado nuevamente.
Llamo a la muerte y a su escalofrío, cuando pienso que ya no existo, pero siempre regreso y veo un ángel que me da una mano, pero no es mi ángel. En qué momento perdí a mi ángel. En que momento me perdí tanto que no me pudo encontrar.
Corro, caigo, me raspo, me levanto, cada vez todo es más lento. Agonía y putrefacción son las dos partes de la galleta, en el medio hay un pegamento como crema.
Canción que escuchó Adrián antes de dormir: one headlight de the wallflowers
Cae el techo sobre mis hombros cuando salgo del hondo de una piscina de aguas negras.
Vuelvo al fondo.
Busco algo para regularme nuevamente.
Pasada la medianoche todo se hace complicado nuevamente.
Llamo a la muerte y a su escalofrío, cuando pienso que ya no existo, pero siempre regreso y veo un ángel que me da una mano, pero no es mi ángel. En qué momento perdí a mi ángel. En que momento me perdí tanto que no me pudo encontrar.
Corro, caigo, me raspo, me levanto, cada vez todo es más lento. Agonía y putrefacción son las dos partes de la galleta, en el medio hay un pegamento como crema.
Canción que escuchó Adrián antes de dormir: one headlight de the wallflowers
martes, 12 de agosto de 2008
Cagado
La cagué. Ahora si creo que estoy en problemas. Conversando con una amiga me he dado cuenta pero lo negué hasta el final. Creo que tengo problemas con el licor. Vivo la semana esperando a que llegue el viernes o sábado para tomar y tomar. Tengo dolores, carencias y otras cosas que no sé qué serán.
Es estúpido decir o confesar esto.
Por primera vez la soledad me afecta con tanta fuerza. La gente es tan falsa. Un amigo o un enemigo pueden mentir de la peor manera, no se diferencian.
++++++++++++++++
La canción o anillo al dedo para la situación de Adrián: La muralla de La Sarita
Es estúpido decir o confesar esto.
Por primera vez la soledad me afecta con tanta fuerza. La gente es tan falsa. Un amigo o un enemigo pueden mentir de la peor manera, no se diferencian.
++++++++++++++++
La canción o anillo al dedo para la situación de Adrián: La muralla de La Sarita
miércoles, 6 de agosto de 2008
Mirando el espejo para ver el tiempo
Sentados. Ya hemos estado en ese lugar antes, le dije a mi amigo.
Nada podría ser peor cuando nos preguntamos qué hemos hecho mal para merecer ciertas cosas. Miramos parejas que caminan. Nosotros sentados en una banca. Risas. Nada de drogas. Nada de alcohol. Nada de lo usual. Siempre hemos esperado a que todos se vayan para llorar. Ahora no hay nada que llorar.
Fumamos cigarrillos. Reímos. Un poemario de Luis Hernández en mi mochila. Un perro que me huele y me mira. La poesía oral de mi amigo, vivencias desaparecidas que compartimos. Compartir. Compartir. Compartir. Compartir. De eso se trata todo en nuestra amistad.
Ando un poco extraño, pero no pienso irme a la mierda. No pienso recaer en hoyos.
Sostuve comunicación por la mañana con una chica con la que tuve una relación. Una ex enamorada. Me dice que estuvo viendo algunas fotografías mías. Su conclusión: me ve maltratado. Quizá ese sea el precio de vivir como uno quiere, además de los horarios que llevo en algunas actividades de mi vida.
Me pregunto si cuando estaba con ella también me veía igual de maltratado.
Alguien también me dijo que estaba mal. Fue hace un par de días. Yo le pregunté en qué estaba mal y me dijo: mírate en el espejo.
Me muero de sueño. Es extraño, por un tiempo sufría para dormir, ahora me duermo en cualquier lado.
Mañana iré a un Festival de Cine. Estará Mario Vargas Llosa. Lo homenajearán. Alguna vez dijo que se escribe por resentimiento. Eso lo creo por completo.
Me miro en el espejo antes de dormir y veo a un huevón con cara de sueño y con la misma cara de siempre. Eso nada más.
+++++++++++
Canción que sonó dentro de la cabeza de Adrián durante casi todo el día: el shipibo enamorado
Nada podría ser peor cuando nos preguntamos qué hemos hecho mal para merecer ciertas cosas. Miramos parejas que caminan. Nosotros sentados en una banca. Risas. Nada de drogas. Nada de alcohol. Nada de lo usual. Siempre hemos esperado a que todos se vayan para llorar. Ahora no hay nada que llorar.
Fumamos cigarrillos. Reímos. Un poemario de Luis Hernández en mi mochila. Un perro que me huele y me mira. La poesía oral de mi amigo, vivencias desaparecidas que compartimos. Compartir. Compartir. Compartir. Compartir. De eso se trata todo en nuestra amistad.
Ando un poco extraño, pero no pienso irme a la mierda. No pienso recaer en hoyos.
Sostuve comunicación por la mañana con una chica con la que tuve una relación. Una ex enamorada. Me dice que estuvo viendo algunas fotografías mías. Su conclusión: me ve maltratado. Quizá ese sea el precio de vivir como uno quiere, además de los horarios que llevo en algunas actividades de mi vida.
Me pregunto si cuando estaba con ella también me veía igual de maltratado.
Alguien también me dijo que estaba mal. Fue hace un par de días. Yo le pregunté en qué estaba mal y me dijo: mírate en el espejo.
Me muero de sueño. Es extraño, por un tiempo sufría para dormir, ahora me duermo en cualquier lado.
Mañana iré a un Festival de Cine. Estará Mario Vargas Llosa. Lo homenajearán. Alguna vez dijo que se escribe por resentimiento. Eso lo creo por completo.
Me miro en el espejo antes de dormir y veo a un huevón con cara de sueño y con la misma cara de siempre. Eso nada más.
+++++++++++
Canción que sonó dentro de la cabeza de Adrián durante casi todo el día: el shipibo enamorado
lunes, 4 de agosto de 2008
Fin de semana
Wisky, ron, cervezas, marihuana.
El tiempo se pasó volando y cuando me preguntaron esta mañana por mi fin de semana me dio algo de tristeza por lo rápido que pasó todo.
Empecé ni triste ni alegre, solo empecé desde muy temprano y terminé muy temprano del día siguiente. No quería que se acabe la noche. No miraba el reloj. Viví sin sueño. No tengo nada que soñar.
En qué momento me dejan tan solo. Al parecer todo saldría bien, que me querrían bien, que me sentía tan bien, por qué no me pueden decir algunas cosas. Sólo necesito unas palabras para cerrar unas heridas, pero ahora yo me encargaré de limpiar mis heridas, de introducir la aguja y el hilo y cerrar esas heridas.
Que me digan que me quieren o que no me quieren ya no me importa, sólo quiero que me digan de qué se trata y saber dónde pongo lo que tengo dentro.
Justo ahora cuando andaba más seguro que nunca, pero no siempre las personas llegan en el momento oportuno. Las bocas se besan y no saben de destinos ni rumbos.
Y creo que ahora -en este exacto momento- no tengo ganas de odiar ni de amar. Escribiré para no ahogarme. Caminaré lo suficiente y tendré en la música una alternativa para respirar la vida, una puerta artesanal a las sensaciones de la poesía.
Cuadernos viejos para seguir escribiendo lo que tenga que decir.
He vivido este fin de semana sin querer que se acabe la noche. La noche fue como mi día y aunque no lo sospeché nunca, me sorprendió la felicidad. Eso es, me sorprendió la felicidad en el momento menos pensado. Eso me hizo sentir todavía vivo, como un soldado baleado al que trasladan por helicóptero hacia una posta para que sea atendido. No morí en el camino, llegué a mi cama y desperté con vida.
Adrián escucho esta mañana la canción Palabras más, palabras menos de Los Rodriguez
El tiempo se pasó volando y cuando me preguntaron esta mañana por mi fin de semana me dio algo de tristeza por lo rápido que pasó todo.
Empecé ni triste ni alegre, solo empecé desde muy temprano y terminé muy temprano del día siguiente. No quería que se acabe la noche. No miraba el reloj. Viví sin sueño. No tengo nada que soñar.
En qué momento me dejan tan solo. Al parecer todo saldría bien, que me querrían bien, que me sentía tan bien, por qué no me pueden decir algunas cosas. Sólo necesito unas palabras para cerrar unas heridas, pero ahora yo me encargaré de limpiar mis heridas, de introducir la aguja y el hilo y cerrar esas heridas.
Que me digan que me quieren o que no me quieren ya no me importa, sólo quiero que me digan de qué se trata y saber dónde pongo lo que tengo dentro.
Justo ahora cuando andaba más seguro que nunca, pero no siempre las personas llegan en el momento oportuno. Las bocas se besan y no saben de destinos ni rumbos.
Y creo que ahora -en este exacto momento- no tengo ganas de odiar ni de amar. Escribiré para no ahogarme. Caminaré lo suficiente y tendré en la música una alternativa para respirar la vida, una puerta artesanal a las sensaciones de la poesía.
Cuadernos viejos para seguir escribiendo lo que tenga que decir.
He vivido este fin de semana sin querer que se acabe la noche. La noche fue como mi día y aunque no lo sospeché nunca, me sorprendió la felicidad. Eso es, me sorprendió la felicidad en el momento menos pensado. Eso me hizo sentir todavía vivo, como un soldado baleado al que trasladan por helicóptero hacia una posta para que sea atendido. No morí en el camino, llegué a mi cama y desperté con vida.
Adrián escucho esta mañana la canción Palabras más, palabras menos de Los Rodriguez
viernes, 1 de agosto de 2008
1 de agosto
Siempre fue bueno lo mismo: un amigo, música, cigarros. Siempre fue bueno lo mismo: canciones que hablan de amar, ya que nadie me puede amar ni creo que yo pueda amar. Siempre es bueno lo mismo: si me cuesta dormir, entonces no duermo y me quedo conversando con un amigo de música, hablando de mil cosas sin importancia pero que fastidian mucho dentro, sobre todo ahí, detrás de las costillas.
He visitado a un amigo que no veía después de mucho tiempo. Ahora que vuelvo a los lugares de antes para sentirme como antes, creo que me sirve para darme cuenta que la gente cambia. Todo cambia, como la manzana que se oxida, que se pudre. Las calles mojadas de alguna llovizna son importantes para refrescar la sequedad del paisaje nocturno.
Vuelvo a encontrar el placer de la soledad.
Quizá empecé a creer en cosas que al fin y al cabo se derrumban. Vuelvo a creer en la soledad y a fumar mirando mi sombra.
Nada de drogas. Mujeres las que me ayudan a poder vivir. Deseos sexuales que me abandonan. Una amiga me recomendó a un sicoanalista. Ya no pienso ir. Prefiero curarme en la esperanza de tener algo mejor.
Día extraño. Por la mañana observé a una mujer pensativa. Le escribí un poema. Pensé que no la volvería a escribir. De todas maneras todo estará igual.
Una amiga me dijo que quizá está en mi cuerpo una capacidad de ser infeliz o de rechazar a la felicidad.
Si encontrara algo de felicidad no la dejaría ir.
Ahora, que muchas personas empiezan a dejarme, no tengo miedo en estar solo de nuevo. No tengo miedo a las lenguas de ese infierno de hielo, con lenguas filudas que contar los pies en su entrada. No es nuevo esto, sólo se trata de ir a los mismos lugares, como los perros que según su orín reconocen por donde deben caminar.
Nada es nuevo: he vuelto a escribir un mal poema y regreso a la más pura soledad.
+++++++
Adrián escuchó en su mp3: Qué sabe nadie de Raphael
He visitado a un amigo que no veía después de mucho tiempo. Ahora que vuelvo a los lugares de antes para sentirme como antes, creo que me sirve para darme cuenta que la gente cambia. Todo cambia, como la manzana que se oxida, que se pudre. Las calles mojadas de alguna llovizna son importantes para refrescar la sequedad del paisaje nocturno.
Vuelvo a encontrar el placer de la soledad.
Quizá empecé a creer en cosas que al fin y al cabo se derrumban. Vuelvo a creer en la soledad y a fumar mirando mi sombra.
Nada de drogas. Mujeres las que me ayudan a poder vivir. Deseos sexuales que me abandonan. Una amiga me recomendó a un sicoanalista. Ya no pienso ir. Prefiero curarme en la esperanza de tener algo mejor.
Día extraño. Por la mañana observé a una mujer pensativa. Le escribí un poema. Pensé que no la volvería a escribir. De todas maneras todo estará igual.
Una amiga me dijo que quizá está en mi cuerpo una capacidad de ser infeliz o de rechazar a la felicidad.
Si encontrara algo de felicidad no la dejaría ir.
Ahora, que muchas personas empiezan a dejarme, no tengo miedo en estar solo de nuevo. No tengo miedo a las lenguas de ese infierno de hielo, con lenguas filudas que contar los pies en su entrada. No es nuevo esto, sólo se trata de ir a los mismos lugares, como los perros que según su orín reconocen por donde deben caminar.
Nada es nuevo: he vuelto a escribir un mal poema y regreso a la más pura soledad.
+++++++
Adrián escuchó en su mp3: Qué sabe nadie de Raphael
lunes, 21 de julio de 2008
No poesía
No poesía. Dentro de bares. Combis para dormir. Montañas rusas. Perros hambrientos. Líos tontos. Aire de mar. Casa con fotos. Taza tibia. Libros viejos. Lugares donde no he llegado.
No poesía. Todavía música. Todavía algunas tonterías por escribir. Mucho sueño eterno. Palabras absurdas a las que poco creo. Sonrisas fingidas que mirar. Pantalones pegados de mujeres policía. Computadoras duras. Gente que se muere viva. Amigos que de un momento a otro ya fueron. Borrachos cretinos. Chicos que se creen artistas y que en su supuesta excentricidad aburren.
Palabras: manzanas de pulpa marrón. Una canción tapa pasa su hilo por agujeros de carne. Rodillas: nudillos de la mierda del alma que golpean en el piso, como un puñete en la pared.
Y ya fue eso de escribir versos que nadie entiende. Retirada. Ya veré qué hacer ahora, quizá caminar y caminar sin pensar en mucho.
Canción que escuchó Adrián tras escribir en su diario:
No poesía. Todavía música. Todavía algunas tonterías por escribir. Mucho sueño eterno. Palabras absurdas a las que poco creo. Sonrisas fingidas que mirar. Pantalones pegados de mujeres policía. Computadoras duras. Gente que se muere viva. Amigos que de un momento a otro ya fueron. Borrachos cretinos. Chicos que se creen artistas y que en su supuesta excentricidad aburren.
Palabras: manzanas de pulpa marrón. Una canción tapa pasa su hilo por agujeros de carne. Rodillas: nudillos de la mierda del alma que golpean en el piso, como un puñete en la pared.
Y ya fue eso de escribir versos que nadie entiende. Retirada. Ya veré qué hacer ahora, quizá caminar y caminar sin pensar en mucho.
Canción que escuchó Adrián tras escribir en su diario:
Suscribirse a:
Entradas (Atom)