La sangre la combino con pastillas. No importa si se pone tan espesa que no podría ni circular. Ando perdiendo todo lo que gané mientras dormía. Creo que conocí un árbol mientras dormía. Era inmenso y hablaba. Ahora que despierto no tengo nada. Podría consumirme mientras intento regresar a mí.
Cae el techo sobre mis hombros cuando salgo del hondo de una piscina de aguas negras.
Vuelvo al fondo.
Busco algo para regularme nuevamente.
Pasada la medianoche todo se hace complicado nuevamente.
Llamo a la muerte y a su escalofrío, cuando pienso que ya no existo, pero siempre regreso y veo un ángel que me da una mano, pero no es mi ángel. En qué momento perdí a mi ángel. En que momento me perdí tanto que no me pudo encontrar.
Corro, caigo, me raspo, me levanto, cada vez todo es más lento. Agonía y putrefacción son las dos partes de la galleta, en el medio hay un pegamento como crema.
Canción que escuchó Adrián antes de dormir: one headlight de the wallflowers
jueves, 4 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)